La ola de rebajas fiscales autonómicas se ha intensificado tras los comicios regionales y locales del pasado 28 de mayo, que han teñido de azul el mapa de España. El PP se ha hecho con seis territorios más —en total, gobierna en 11 comunidades— y en casi todos ellos ha anunciado bajadas de impuestos, dirigidas principalmente al tributo que grava las sucesiones y las donaciones y al IRPF, y que se suman a las ya aprobadas en la segunda mitad de 2022 por Ejecutivos de distintos colores —en ese caso, para mitigar el impacto de la inflación—. Mientras tanto, en plena negociación para que se constituya el Gobierno central, el incombustible debate sobre la reforma de la financiación autonómica ha vuelto a estar sobre la mesa y las comunidades han relanzado sus exigencias particulares.